miércoles, 25 de febrero de 2009

Regálale la silla donde te esperó.

Hoy he vuelto a soñar con un lugar que no sé ni donde está. Donde es horrible el miedo incontenible. Donde todo parece demasiado auténtico para ser fingido. Donde siento que no voy, que el equilibrio es imposible y he dejado de seguirte porque creo que en el fondo ya no hay nada (de nada). Donde lo podríamos haber hecho a tu manera pero nos hubiera llevado años. Donde ir con el alma al aire se ha convertido en algo así como venga, pasa y revuelve a tu antojo. Donde las apariencias engañan, o duelen, o ambas, o ninguna… y las promesas no valen nada (de nada). Donde la decepción es la más amarga de las sensaciones y no hay peor ciego que el que no quiere ver. Donde el ritmo lo marcan los latidos por segundo y no obedece a ningún principio activo conocido. Donde todas las fotos son a contraluz y sigo intentando encontrarle a tu voz el argumento. Donde el silencio se hace cada vez más raro y la ropa siempre combina bien con el suelo de su cuarto. Donde da igual que estés aquí o allí, la magia borra todas las pisadas. Donde a veces se me olvida que el mundo gira en un sentido absurdo, que las casualidades se escriben en un papel, que nunca se puede decir nunca (ja)más, ja! Todo va a salir bien, otra vez. Quizá mejor esta vez. Donde cada vez importan menos cosas, pero importan más.




Con un peso menos encima y cinco años más de vida.

lunes, 23 de febrero de 2009

Cada momento vivido. Cada maleta cerrada. Cada uno de mis amigos.


No voy a decirte cuánto voy a echarte de menos si me marcho. Al menos no todavía. Sería como contar de uno hasta infinito. Y siempre podemos hacer como si no pasase nada hasta que sea realmente inevitable. Lo que tú quieras.
Gracias a los dos por un fin de semana para no olvidar.

lunes, 16 de febrero de 2009

Desde hace tiempo si me permites, todo va fenomenal.....

Eso es, todo va fenomenal. Mis inseguridades cicatrizan mucho más deprisa desde que ha cambiado el punto de vista, desde que me siento más segura vestida con ojitos y una amplia sonrisa, la mía. Impaciente sin medida, pero acabarás por perder el control más antes que después (o eso espero) y es ahí donde empezaremos a jugar. Que es cierto que tengo el síndrome de la huida acentuada pero podemos llegar a un acuerdo con menos plazos en el calendario. Y no quiero, pero esto puede derivar en una guerra y se me ocurren cien maneras distintas de ganar y convertirme en tu pensamiento más oscuro, en tu dulce locura, en tu nueva perdición. Y el que avisa deja de ser un traidor.



Que no me gusta perder ni a las chapas.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Me gusta la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse...



...con ganas de todo al mismo tiempo. La gente que baila bajo la lluvia y se olvida a menudo del tiempo y otras adicciones. La gente que se deja la piel y siempre sonríe, como en un estado permanente de emoción. La gente que habla de lugares en los que aún no he estado y hace que lo sienta como mi próximo destino. La gente que limita sus preocupaciones, que parece no tener miedo a nada, que siempre ve el vaso medio lleno. La gente que sueña con cambiar el mundo, que tiene sangre en las venas. La gente que sueña. La gente que escribe su propia historia y deja de estar de paso. La gente que me sorprende una y otra vez, que no da nada por perdido, que dice las verdades a la cara. La gente que despierta mi curiosidad más (in)sana. La gente a la que le brilla el alma en los ojos, que aguanta con fuerza la mirada, que no se permite hacerte daño. La gente que consigue que el tiempo sea un puto intruso, la que deja huella, la que te agarra por dentro...fuerte.