lunes, 3 de enero de 2011

Eres un poema de Neruda y uno de Bécquer. Un refrán mal aprendido. Very Irresistible de Givenchy. Vaqueros, camisa y botas. Las bufandas y las chaquetas de punto. Impulsos radicales. La impaciencia y cruzar los límites. La curiosidad. Una canción de Carla Bruni. Todos los libros de Camus. El resultado de revolver detalles y despistes. La mesa al lado de la ventana. Eres una postal desde cualquier lugar del mundo. Todos los pintores románticos. Mis primeros recuerdos de París. Eres lo que escribes ahora y las cartas a mano de antes. El vino tinto y las pelis de Almodóvar. Dos cafés y mil borracheras. Eres tú sola el neuvième arrondissement. Eres despedidas y reencuentros. Aeropuertos y estaciones. Risas en la playa y fotos en la pared en blanco y negro. Manos frías y reflejos en ojos verdes. Eres tú en mis camisetas y yo en las tuyas. Eres una locura sin pensar las consecuencias. Una llamada a cualquier hora desde cualquier sitio. Un móvil sin batería. Los bocadillos de calamares, el Burger King y la cerveza con limón. Eres paseos en invierno. Y en verano. Eres cada vez menos el miedo y cada vez más cuentas saldadas.

Eres miles de recuerdos desde que tengo recuerdos. Imposibles de borrar ni en un millón de años.

domingo, 2 de enero de 2011

Podría regalarte un reloj, sólo para que en el preciso instante en el que te des cuenta de que yo soy el plural de ti , sepas exactamente qué hora es.

Y ya no lo olvides nunca.