Eso es, todo va fenomenal. Mis inseguridades cicatrizan mucho más deprisa desde que ha cambiado el punto de vista, desde que me siento más segura vestida con ojitos y una amplia sonrisa, la mía. Impaciente sin medida, pero acabarás por perder el control más antes que después (o eso espero) y es ahí donde empezaremos a jugar. Que es cierto que tengo el síndrome de la huida acentuada pero podemos llegar a un acuerdo con menos plazos en el calendario. Y no quiero, pero esto puede derivar en una guerra y se me ocurren cien maneras distintas de ganar y convertirme en tu pensamiento más oscuro, en tu dulce locura, en tu nueva perdición. Y el que avisa deja de ser un traidor.
Que no me gusta perder ni a las chapas.
Que no me gusta perder ni a las chapas.
3 comentarios:
doy fe....cuidadito...
Una declaración de intenciones en toda regla. Bien hecho =)
uauu!!e vuelto a leerte dspues de un monton de tiempo.
Me ha gustado mucho tu texto sobre París (bueno sobre todo lo que hiciste allí)
un besazo.
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