domingo, 2 de agosto de 2009

Si no existieses habría tenido que inventarte.

Ella ya no siente tan suya la ciudad, ahora necesita un día para volver a sentirse en casa. Home, sweet home. Ha olvidado los paseos a las siete de la mañana a lo largo y ancho de una ciudad que nunca duerme, la luna se derrama los sábados como espuma de cerveza. Madrid son las cuentas pendientes y las saldadas. Te deja sin fuerzas, te obliga a vivir cada segundo, te sobra el aire alrededor. No hay tiempo que perder. Y casi has olvidado que no puedes descuidarte, si te das la vuelta algún buscavidas te roba la cartera. Lo mismo que siempre hay un caradura de barra de bar dispuesto a llevarte a la cama. Y es que MadriZ es la única ciudad en la que es posible enamorarse siete veces al día. Y no sé si creo o no en el destino, pero la experiencia me ha demostrado que hay señales a las que hay que hacer caso. No es el miedo. El miedo es lo que se siente cuando por mucho que hagas el desenlace es inevitable. Cuando ya no puedes hacer nada. Pero si queda un resquicio de esperanza, una forma de cambiar el mundo por pequeña que sea… entonces no es miedo, es cobardía. Y si las cosas están bien así, ¿qué hay ahí dentro que no te deja respirar? ¿por qué siento que tus ojos ya no brillan como antes?

Estos días, entre copa y copa intenté decirte que nadie más que tú puede cambiar tus límites. Han sido cuatro días increíbles, y lo que está por venir, sólo sé que pensé que era el momento de hacer algo antes de darnos cuenta de que estaba pasando otra vez.



Touché.

1 comentario:

mereke dijo...

¿Crees en las señales? últimamente me suceden tantas casualidades q yo estoy empezando a creer en ellas. Por una simple historia he dado con tu blog y no paro de encontrar cosas q me hacen sentir mios algunos de tus escritos...con las estrofas de canciones incluidas... increíble. Y encima somos tocayas. Te parecerá extraño q una desconocida te diga esto sin más objetivo q decírtelo pero no decírtelo sería aún más extraño para mí.
PD: El mejor: el del informe de los datos estadísticos de tu vida. Escribes genial niña. Me da envidia q no se me haya ocurrido a mí! :)
Saludos desde el sur!