jueves, 25 de agosto de 2011

Les voyages en train*

Cuando las ganas pesaron más que los miedos, volví a París y cerré otra cicatriz. Para gustos los colores, y para heridas, los dolores. Y no me importa, me gusta donde estoy ahora, aunque ciertas imágenes tengan la impertinencia de no querer borrarse de la memoria. Sigo preguntándome cuál es el loco de los dos, te quiero o quérote, lo mismo da, si los recuerdos de todas las veces que nos arrancamos los botones del ascensor parecen ayer. Y trato de ondear un pañuelo como bandera blanca pidiendo paz a los kilómetros para que la vie vuelva a ser en rose. Mientras tanto te envío postales de supervivencias, pero sin (co)razones que remitan a la intensidad de mis razones. Porque dudo de si el fin justifica los miedos o viceversa, como versan los puntos suspensivos de todo lo que pienso y no te digo. 



Otra vez suspirómanos en medio de la noche, y una tormenta pegada a la piel, después de la única semana de sol en todo el verano. Y sudamos tanto porque el calor contenido ni se crea ni se destruye, sólo se evapora. Y la camarera americana debía saber mucho de eso, porque nos dio la mesa más alejada de la ventana. Me gusta cómo huele tu aire, y creo que a ti aún te huelen los dedos a Madrid. Más poesía en tu cama y menos en tus libretas con sueños traspasando las hojas de la primera a la última página y al revés. Y otra vez estamos tú y yo, como al principio de los tiempos. Poniendo los puntos sobre las íes de ilusionadas, y no sobre tus inseguridades escritas a tiza sobre un billete de tren con la fecha en números romanos. Anda niña, que eres de lo mejor que me ha salido en la vida. Desperados para desesperados, las historias pasadas de unos y las futuras de otros. No te mereces pasar por eso… y hasta aquí puedo leer. Debes saber que el rey solo puede dar pasitos, mientras que la reina recorre el tablero a su antojo, pero si él cae, se acaba el juego. Y eso ellas lo olvidan fácilmente. Pero yo sé que en todos los abecedarios entre la S y la V siempre hay un TÚ escondido, tú, tú y tú. Ahora que ha pasado un año pienso que llego tarde, y lo que no quiero reconocer es que llego mucho antes de lo que pensaba porque en mis planes nunca estuvo regresar. 

2 comentarios:

*Pa dijo...

E S C A L O F R I O
(felicidades princesa)

Sara dijo...

gracias por la foto ;) y ahora que estamos otra vez lejos, prometo actualizar más a menudo.

y gracias por una semana maravillosa.