domingo, 8 de junio de 2008

Sin más

Y dónde, en qué momento, en qué palabra,
se deja de querer,
y dónde, en qué lugar, por qué razón,
se deja de sentir...
Y dicen q se va... sin más.


Sin más. Que se va sin más. Que un día te levantas y ya no sientes nada, no echas de menos nada, no le necesitas. El resultado de una larga agonía en que la sensación de vacío deja paso al alivio como final (in)feliz y a un puñado de promesas escondidas bajo una coraza inquebrantable, que acabará desmoronándose una vez más. Como aquella vez... y aquella otra... y todas las que vendrán. Piénsalo, seguro que no es la primera vez. Y casi con toda la certeza, tampoco será la última. No se puede vivir siempre inventando excusas para evitar querer -y que te quieran-. Improvisar resulta agotador, y un día te sorprendes sin saber qué responder...y sólo queda rendirse de nuevo.

Nadie dijo que fuera fácil sacudirse de encima el pasado. Que el dolor cuando es por dentro es más fuerte. Necesitas una dosis extra de paciencia y que tu espacio, ése que se ha visto reducido durante años a la mitad, recupere su medida y se acomode, despacio, a tu nueva vida. Quédate con lo bueno, y olvida lo demás; estoy segura que es el mejor comienzo. Pero ármate de valor y de fuerza, el camino es largo, y sobre todo irregular e impredecible.

Y, hazme caso, estoy segura que a la larga sales ganando.

1 comentario:

Unknown dijo...

Yo creo que se deja de querer en el momento en el que duermes con alguien y te sientes solo en la cama.

Estarás en la playa...a la vuelta mucho que hablar melona...

un besazo.