si quiero cambiar algo, encontraré la manera; si no, cualquier excusa será válida; pero no me estoy refiriendo a una excusa para/con los demás, si no a una excusa mía, personal, con la que sólo yo tenga que enfrentarme...
de todas maneras todo es cuestión de intereses y/o prioridades, anónimo.
No sé si por afinidad o por casualidad, pero me vuelco en la opinión de sara teniendo más que claro que las peores excusas son aquellas que nos repetimos antes de dormir, apretando los puños, deseando que a la mañana siguiente seamos capaces de integrarlas en nuestras vidas como si fueran las verdades más puras. Los demás pueden creerlas o no, juzgarte o resultarles indiferentes, pero no tendrán que vivirlas día a día. Sin duda, una tortura como otra cualquiera.
7 comentarios:
Exacto, y luego están las que ni buscan la forma ni se molestan en excusarse. ¿verdad, caotica?
si quiero cambiar algo, encontraré la manera; si no, cualquier excusa será válida; pero no me estoy refiriendo a una excusa para/con los demás, si no a una excusa mía, personal, con la que sólo yo tenga que enfrentarme...
de todas maneras todo es cuestión de intereses y/o prioridades, anónimo.
Si tú crees que es suficiente con estar bien con uno mismo, te olvidas de la otra mitad de la vida: aquellos que te rodean.
yo no he dicho tal cosa...
lee entre líneas...
No sé si por afinidad o por casualidad, pero me vuelco en la opinión de sara teniendo más que claro que las peores excusas son aquellas que nos repetimos antes de dormir, apretando los puños, deseando que a la mañana siguiente seamos capaces de integrarlas en nuestras vidas como si fueran las verdades más puras. Los demás pueden creerlas o no, juzgarte o resultarles indiferentes, pero no tendrán que vivirlas día a día.
Sin duda, una tortura como otra cualquiera.
Claro, será por esa afinidad.
¿qué excusa puede suponer una tortura?. Demasiado poético quizá..
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