martes, 27 de mayo de 2008

Me falta el aliento

He descubierto que para el tiempo hay más medidas que las que da el reloj o el calendario. Que he confundido las demostraciones de amor con el amor, y el amor con la rutina. Que la felicidad en pequeñas dosis sabe mejor, si no, se atraganta. Que las medicinas no sólo se venden en las farmacias... (tú eres mi envenenada medicina)

He aprendido a pensar menos unas veces, más otras. Que a mí me ocurren las mismas cosas que a todo el mundo, pero no sé por qué, me afectan más. Me he repetido todo el tiempo lo que quiero acabar creyendo y de tanto repetirlo (y repetírtelo), se va a acabar volviendo verdad. Y eso que está aquello de ten cuidado con lo que sueñas que a veces hasta se cumple... Todo es cuestión de actitud. Y no se puede vivir inventando excusas a tiempo completo; en algún momento se acaban los argumentos y descubres cuántas cosas te has perdido en la lucha contra no-se-qué que te has empeñado en frenar contra viento y marea.

Que ha sido un año duro, el que más de los que puedo recordar, pero igual de intenso en lo malo que en lo bueno; los momentos malos, malísimos, pero los buenos... de los que no se olvidan. Y hasta eso es como todo; después de la tormenta siempre llega la calma, y sólo queda parar, retomar el aliento, y continuar. Hacia atrás, ni para tomar impulso, que diría mi madre. Puedo decir que he vuelto a mi vida de siempre, la que nunca debí abandonar, porque se me estaban olvidando mis sueños, y hoy, a mis veintidós recién cumplidos, he decidido que vale la pena equivocarse y correr el riesgo de acertar.

Con respecto a ti, y ahora que vas a estar otra vez aquí... cuántoteheechadodemenos.



Felices 22.

1 comentario:

*Pa dijo...

Sensación indescriptible con palabras de leerte y saber, estar segura cien por cien, que no necesito más que mis piernas y un poco de aliento para tocar a tu puerta.
Cómoteheechadodemenos