viernes, 28 de marzo de 2008

Cosas que he aprendido en el último año

Lo que empieza mal solo puede acabar peor, y decir no puede ir peor siempre es una p-r-o-v-o-c-a-c-i-ó-n a la mala suerte.
Puedes sentir a alguien más cerca aunque esté más lejos que nunca.
El deseo no entiende de tiempos ni de lugares.
Mucho más duro que llorar es ver llorar
(si no puedes hacer nada por evitarlo).
El dinero no da la felicidad, pero ayuda.
A veces no basta con una disculpa, y simplemente hay cosas que son imposibles de olvidar.
Una mala elección puede frustrar una vida entera.
Sonreír es una terapia magnífica contra la rutina.
El agradecimiento es la memoria del corazón.
Quien más te puede sorprender es de quien menos te lo esperas.
Puedes recordar un insignificante detalle toda la vida y olvidar el mayor de los favores en un solo segundo.
Aprender a desahogarse con alguien no es síntoma de debilidad sino de fortaleza.
Un silencio con un amigo de los buenos es tan cómodo porque elimina todo lo superfluo que supone hablar de nada.
Las palabras se las lleva el viento; a mí,
demuéstrame.
Nombrar las cosas es de alguna manera, añorarlas.


La distancia no es el olvido.

1 comentario:

julio dijo...

pero bueno qué pasa, que no tenemos más temática????