martes, 2 de septiembre de 2008

Esta noche me he sentado a escribir como cualquier otra noche sólo para descubrirme incapaz de construir dos frases seguidas con sentido. Últimamente he vivido más momentos intensos de los que por derecho me corresponden y eso me seduce y me bloquea a partes iguales. Tengo tantas cosas que decir que no sé por dónde empezar, no le encuentro el hilo conductor a lo que siento. Hoy sólo soy un puñado de sentimientos contrariados que me recuerdan que una no puede controlar la dirección del viento, pero sí orientar las velas. Y me ha entrado un agobioquetecagas.

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