
Hoy me han regalado una bolsa de plástico llena de pétalos, brillantina dorada y demás ¿elementos? que no acierto a ponerles nombre. La historia es que se le presupone el poder de cumplir un deseo, y aún no lo he pedido. No sé si porque necesito demasiados o porque no necesito ninguno...
Vuelta a las clases con síndrome post-vacacional acentuado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario