domingo, 23 de noviembre de 2008

Cuántas cosas han cambiado desde que no nos miramos

Olvídalo absolutamente todo, volvamos a empezar. Ven aquí y cómeme a besos hasta que el espacio y el tiempo pierdan el sentido. Mírame como sólo tú sabes y te juro que en ese instante soy capaz de ordenar que se detengan todos los relojes del mundo. Abrázame hasta que me duela, hasta que me falte el aire, hasta que tenga que besarte para no morir de asfixia. Ponte muy serio y dime que tu amor no tiene dueño pero que conmigo vas a hacer una excepción para toda la vida. Sonríeme si te digo que cuento el tiempo que falta para volver a vernos. Quítame la ropa, despacio, hasta que pierda el control y sólo me quede rendirme. Dime al oído que has decidido recuperar cada una de las horas perdidas. Mátame a cosquillas hasta que me cueste respirar con normalidad. Préstame tus alas cuando esté a punto de caer, o cáete conmigo porque si estamos juntos nada malo puede sucedernos. Tírame una bola de papel desde tu terraza que diga de tu puño y letra que no puedes esperar para volver a verme. Lárgate cada mañana besándome a traición. Convéncete de que el miedo solo es la excusa para no intentarlo, y que no tenemos nada que perder… y algo que ganar si nos sale bien.

2 comentarios:

ele* dijo...

Cuantas veces habré pensado yo lo mismo. Cuantas veces habré dicho "intentemoslo", pero nada. Todos queremos ganar y si es posible, no fracasar nunca...

besos;)
t agrego en mi espacio.

Anónimo dijo...

Ey Sara, ¿cómo va?

Me gusta lo que escribes ;)

mua!